Viene el 2010 y los propositos del año. Todas las empresas, grupos y corporaciones hacen balances, planes, trazan objetivos. Nosotros también lo hemos hecho aunque a nivel material: "este año me compro el carro", "este año cambio de PC", "En este si me voy para Cartagena". Lamentablemente muy pocos se trazan objetivos espirituales, y si lo hacen, se queda solo en la intensión; nunca trazan un plan para lograrlo.
Será que llegaremos al próximo diciembre siendo los mismos perezosos? ¿O el combate contra el desorden será solo una ilusión de unos días? ¿Y voy a seguir cargando con este mal genio? ¿Este desánimo y tristeza lo seguiré cargando todo el 2010? Es hora de los propositos espirituales serios. Y serios significa no solo en pensar "Qué voy a cambiar" sino que además "Cómo voy a hacer para cambiarlo" y eso si: Actuar!
Puedo elegir 2 defectos a tratar? o sólo 1?
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