Como lo anuncié la semana pasada, este lunes festivo tuvimos la gracia del cielo de tener las reliquias del Santo Cura de Ars en Medellín. Hace poco tiempo también tuvimos la oportunidad de contar con las reliquias de San Juan Bosco.
Me dispuse a asistir a la Parroquia de San Juan María Vianney con mi familia para poder estar cerca del corazón del Santo. Una tarde bastante nublada y fría con avisos de llovizna.
Aún así, llegúe al templo el cual no conocía y aproveché y pedí tres gracias para esta cuaresma.
Se estaba terminando una de las Eucaristías que dieron cada hora así que no se podía ver la relíquia. Esperamos pacientemente aunque no sabía como era la mecánica para poder estar junto al Santo. De un momento a otro vi que se empezó a formar una larga fila en el templo y me dije "O me muevo o me lo pierdo" y con bebés dormidos al hombro arranqué a tomar un puesto en la fila; finalmente me tocó casi de último.
Pasaron 5 minutos sin movernos ni un milímetro y pensaba yo si iba a tener la oportunidad de verlo porque cada hora iniciaba una Eucaristía y ya estaba cerca la siguiente.
Hasta que escuché una voz desde el altar que nos pedía orden y nos decía que "Todos van a alcanzar a verlo, no se preocupen" lo cual me tranquilizó y decidí ser paciente.
Cinco minutos más y avancé una sola posición y calculo unas 150 personas por delante mío. Cuando aquella frase consoladora que escuché desde el altar fue desintegrada al instante con la nueva frase que llegaba a mis oidos "Se suspende la visita a la reliquia pues va a iniciar la Eucaristía". Todo se vino al piso. 15 minutos sin avanzar, con niños dormidos, tarde lluviosa y sin muchas posibilidades de orar ante las relíquias en el próximo 'break' me llevaron a tomar rápidamente la decisión: "Es ahora o nunca".
Y arranqué con bebés en hombros por una de las naves laterales, exponiendome a un regaño de la policia que trataba de conservar el orden y en cuestión de 10 segundos me encontraba a 2 metros de la urna. Como pude, ante la multitud agolpada, logré meter mi cabeza, y la de mi hijo de 5 años por un pequeño espacio para quedar frente a frente con el corazón del Santo y pude hacer una pequeña, pequeñísima oración lo cual hizo que no perdiera la ida.
¿Como lo viví? eso lo comentaré en el siguiente post para no alargarme mucho y me servirá para introducirnos en otro tema
Ir la segunda parte: Ante las relíquias del Santo II
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Esa frase de "es ahora o nunca" bien que la podemos emplear en muchos instantes de nuestras vidas tan trajinadas por cuatos acontecimientos nos ocurren diariamente. Tan es así que a mi persona le ocurrió, algo parecido: "Tenía que ver a un amigo a como diera lugar que se encontraba grave en un centro de salud; era día de fiesta; llovía a cántaros y pocos taxis estaban circulando en el centro de la ciudad y con todo y todo llegue a visitarle. Era una obra de misericordia y tenía que hacerla a Nombre de Jesús! Y, que linda sorpresa me lleve también: Ningún miembro de su familia a esa hora se encontraba al lado de él. Entonces comencé a orar por su salud y cuán sorpresa me lleve: abrió sus ojos y quiso saludarme! La enfermera en la sección de cuidados intensivos me aseguró qué no lo había hecho por varios días? ¡Gracias a Dios! La pequeñísima oración y oportunidad hizo que tampoco perdiera la ida. Dios bendiga a mi amigo y a su hermosa familia. Amén. El nombre de mi amigo es Don Raúl Maya, gran amigo de Lazos de Amor Mariano.
ResponderEliminardebieran aser peregrinaciones con las reliquias de los santos por todo Colombia para que nos ayuden a vivir mas tranquilos en nuestra querida patria
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