Pasamos ya el segundo domingo de adviento y espero que esta semana que pasó hayan podido hacer su corona, como se los propuse en el post anterior.
En esta ocasión, encendemos la vela verde, símbolo de la esperanza Cristiana.
Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas.
El viejo tronco está rebrotando, florece en el desierto...
La humanidad entera se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas, y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
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