Pasamos ya el tercer domingo de adviento y estamos acercándonos al cuarto.
Nuestra alegría empieza a aparecer después de una semana de penitencia y una de esperanza; ya está a la puerta.
La voz en el desierto ya anuncia la llegada inminente de Nuestro Salvador. Es Cristo quien va a nacer, el mismo Dios hecho hombre. Nunca llegaremos a cuestionarnos lo suficiente en este hecho magnífico e incomprensible; cómo a todo un Dios se le ocurre tomar nuestra humanidad, creación suya, y con el único propósito de sufrir lo indecible y cargar con toda nuestra inmundicia, con el peso de nuestros pecados.
Te necesitamos Jesús, ven Señor Jesús!
Hoy iniciaron las novenas, les recomiendo mi post:
Tutaina Tuturuma
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Nuestras esperanzas serán renovadas, nuestra alegría aliviará las tristezas acumuladas. ¡La luz viene! Un abrazo
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