Tras 13h en el Aeropuerto de Barajas en Madrid, viajamos 5h más hacia Tel-Aviv llegando a las 5AM. Allí nos esperaban los buses para iniciar inmediatamente el recorrido. Esto significa que iniciábamos el tercer día desde la salida de la casa y era necesario aunque fuese un "bañado de gato" con un paño húmedo aunque fuese, y cambio de ropa.
La entrada por migración en Tel-Aviv es un poco tensionante porque de por sí estas personas hablan "golpeado" y si a eso le adicionamos que uno no les entiende nada, la cosa se complica. Finalmente solo se llevaron a dos compañeros a hacerles algunas preguntas, parte de la rutina de seguridad normal en dicho Aeropuerto.
Ya en la buses, un amanecer hermoso con el sol en el horizonte de las planicies de Tel-Aviv.
Inmediatamente nuestro primer contacto con el pasado fue en Jope, lugar donde trató de huir Jonás y fue tragado por la ballena (quedó oliendo peor que nosotros) y lugar donde se abre la fe Cristiana a los gentiles tras una revelación a San Pedro; esto lo vivimos en la casa de Simón el curtidor y se describe en Hechos 10, 5
Tras pasar por este lugar, fuimos a desayunar a orillas del mar mediterráneo, con mucha hambre tras varios días viajando. Pues nos reciben con una ensalada y un jugo, cual de los dos más extraños. Atrás quedaron la arepa, el chocolate, el huevito y demás delicias de nuestra gastronomía; debíamos enfrentar la realidad vegetal con dignidad... unos cuantos bocados, estómago revuelto y fin del desayuno; no pude más. Minutos más tarde alguien se atrevió a pedir huevo revuelto (pericos) y café y esto, señores, salvó la gastritis de más de uno.
El siguiente paso era Cesarea Marítima donde vimos unas ruinas romanas muy impresionantes.
Está allí un teatro romano y ruinas de lo que eran hipódromos y demás sitios de ocio y cultura de la época romana en Israel.
Allí pudimos ver un pequeño video que describe como fue evolucionando esta ciudad y las posteriores destrucciones.
Vista de 360º de Cesarea
El siguiente punto, y el más importante del día fue el Monte Carmelo especificamente a Stella Maris, lugar donde están los Carmelitas y la Virgen del Carmen. En este sitio también está una cueva donde se dice estuvo el profeta Elias. Fue en este monte donde Elías precisamente demostró que solo hay un Dios verdadero. Es un sitio de gran importancia espiritual.
Allí tuvimos la Eucaristía del día y el prior de los Carmelitas nos hizo la imposición del Santo Escapulario. ¡Qué honor! y como regalo de La Mamá, resultó ser un sacerdote Colombiano y nos permitió subir al lugar más cercano a la imagen de la Virgen del Carmen. Toda una caricia especial de nuestra Madre del cielo.
El día finalizó pasando por San Juan de Acre y pasando la noche en Nahariya
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En espera de los días 3,4,5,6, y demás . que lindo volver a recordar :)
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