¿Quien como Dios?

1 mar 2010

Movimiento telúrico en el alma

Días de grandes terremotos son los que vivimos actualmente. Es impresionante ver como día tras día recibo noticias de que tembló aquí y allá. Los más recientes y feroces: El de Haití y el de Chile.

Parece algo contagioso, una pandemia sísmica que no respeta estrato, credo, cultura, ni nada.

Ante estos cataclismos, casi apocalípticos viene a nuestra mente aquello que nunca queremos recordar: hay que estar preparados porque nadie sabe el día ni la hora; y no me refiero al fin del mundo, o al final de los tiempos sino a lo más evidente que tenemos: el final de nuestra vida. Porque con todo esto nadie nos puede garantizar que mañana no seamos nosotros los que estemos en dicha situación; es crudo, lo se, pero la realidad lo es aún más.

Este post nace del pensamiento que tuve al ver todos estos acontecimientos tan cercanos y tan posibles en nuestras ciudades; este pensamiento fue “tengo que ir a confesarme”. Y es que debemos recargar de aceite nuestras lámparas porque realmente no sabemos cuando llegará el novio y que tal nos encuentre con las lámparas apagadas!

La confesión debemos procurarla muy de seguido en nuestras vidas. Es un renovar del aceite que mantiene la llama encendida de la gracia en nuestra alma. Y no son estos eventos lamentables los que deben recordárnoslo; es nuestra vida misma que nos recuerda cada día que en cualquier momento dejamos de existir para este mundo. Como dicen en la calle “el único requisito para uno morirse es estar vivo” y creo que si estas leyendo esto, cumples el requisito.

Que esta Cuaresma sea un verdadero camino de conversión, y qué mejor que una conversión que inicie con una buena confesión y que adquiramos el hábito de confesarnos muy frecuentemente. Óiganlo bien, MUY frecuentemente. Las gracias que se obtienen no tienen precio

3 comentarios:

  1. SON CIRCUNSTANCIAS PARA REFLEXIONAR DE LA VIDA QUE ESTAMOS LLEVANDO HASTA EL DÍA DE HOY, SI VALE LA PENAS SACRIFICAR LA FAMILIA POR LA CALLE, POR ACUMULAR BIENES QUE PUEDEN DESAPARECER EN UN SOPLO. ¿VALE LA PENA? CLARO QUE NO, NADA ES NUESTRO, NI SIQUIERA EL CUERPO CON EL QUE VIVIMOS, NADA ES NUESTRO Y POR LO TANTO ES HORA DE ACUMULAR AMOR, COMPRENSIÓN, PEDIR FORTALEZA Y CONSTANCIA EN LA ORACIÓN.
    HAY QUE ESTAR CON EL QUE VERDADERAMENTE NOS AMA DE VERDAD.

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  2. que dios tenga piedad del munndo

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  3. M agnolia Gomez Alzate15 de mayo de 2010, 22:22

    LE VERDAD, ESTO ME PONE A PENSAR MUCHO Y QUE PENA DECIRLO PERO SIENTO MIEDO, DIGO PENA PORQUE ME SIENTO MUY ENAMORADA DE DIOS Y DE LA VIRGEN, SE QUE ELLOS TIENEN EN CUENTA A QUIENES LO SIGUEN, SIN EMBARGO NO PUEDO EVITARLO, MAS AUN SABIENDO QUE HAY MUCHAS PERSONAS QUE AMO QUE NO SE DAN POR ENTERADAS POR MAS QUE TRATO DE MOTIVARLOS EN EL AMOR A DIOS, TENGO FE QUE DIOS NOS VA A DAR TIEMPO DE CONVERTIR A MUCHAS PERSONAS, Y QUE EL AMOR QUE LE TEMEMOS TANTOS , PERMITIRA QUE TENGA PIEDAD DEL MUNDO, DIOS LOS BENDIGA! GRACIAS...

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