La Eucaristía que frecuento en semana normalmente la celebra un sacerdote de avanzada edad que da muestras de Parkinson. Menciono esto porque precisamente su penosa enfermedad se acentúa cuando en medio de la celebración, hace las aclamaciones correspondientes y los fieles no responden; "El Señor esté con vosotros..." .... .... así es, no se si es que los feligreses no saben qué responder o simplemente les da pereza.
Es ahí cuando el Padre se ve "airado" (Ef 4,26) y responde por el pueblo con un temblor algo acelerado en sus manos, como queriendo hacerle ver a todos su falta de participación; como cuando la mamá lo manda a uno a trapear y uno se "hace el loco" o le da alargues... pasan unos minutos y aparece la mamá con trapera en mano precisamente a trapear el sector donde uno está "levante pues lo pies que hay que dejar limpia la casa" con un tonito golpeado.
Es que la participación en la liturgia es fundamental para el pueblo de Dios. Es sumamente importante asumir la posición que nos toca dentro de la celebración y el rito; esto nos ayuda a vivirlo plenamente y entender su significado trascendente.
Aunque esta situación no es la común. Lo común es todo lo contrario: que los feligreses queremos quitar el lugar en la liturgia al sacerdote. Y esto si que se ve muy frecuente: que algunos feligreses recitan toda la Misa de memoria y hacen oraciones que corresponden exclusivamente al sacerdote.
Recuerdo, en el mismo templo pero un día diferente, que una señora seguía toda las plegarias del padre en voz alta, incluso en un tono elevado; solo lo detectábamos quienes estábamos en un radio no superior a 3 mts pues el sonido de los parlantes la camuflaban.
Pues llegó un momento de silencio y mientras el Padre se disponía a invocar a la Trinidad, y aún sin empezar la oración, solo esta voz femenina se escuchó a todo pulmón "Por Cristo, con Él y en Él, a ti...." todos los allí presentes, incluido el sacerdote, mirábamos atónitos a esta señora quien hacía la oración con los ojos cerrados y de todo corazón, oración que se fue apagando al percatarse que estaba 'en el lugar equivocado'.
Y es que es bueno aclarar que estas cosas se hacen de buena intención pero por ignorancia. Primero que todo, creemos que si repetimos todo lo que repite el Padre, estaremos más concentrados o más fervorosos, pero esto no es así. En la liturgia lo más meritorio es cumplir el rol que nos corresponde como feligreses, allí obtenemos las más grandes gracias.
Es como si tú estas en una clínica, están operando a tu hijo del corazón y tú, por tanto que amas a tu hijo y quieres que se salve, te metes a la sala de cirugía, tomas el bisturí y dices "Bueno doctor, dígame donde hay que cortar que quiero participar y que mi hijo sepa que lo doy todo por él". Hermano, tu mejor sitio está en la sala de espera y eres más beneficioso allí que en la sala de cirugía donde está el médico quien cumple con el rol que le corresponde y sabe hacer lo que le toca.
Repito, esto no se hace por mala intención sino por falta de conocimiento. Falta de catequesis litúrgica.
En mi época, lo que se debe contestar, cuando se hace y las posiciones corporales en la Eucaristía, nos las enseñaban ¡En la Escuela!. Hoy por hoy la catequesis católica en la educación es simplemente una reliquia antigua de los museos escolares. No hay. De allí que todos llegan a participar en las Misas sin saber qué y cómo hacerlo... entonces,... ¿para donde va Vicente? ¡Pa' donde va la gente! y aprende uno los errores de los demás.
Es bueno darle una mirada al Misal Romano donde se describe paso a paso lo que se hace y como se hace dentro de una celebración litúrgica. El error más clásico, y lo quiero resaltar, es cuando repetimos precisamente la oración que cité tres párrafos atrás "Por Cristo, con Él y en Él...", o las oraciones de toda la plegaria Eucarística. Todas corresponden exclusivamente al Sacerdote y para finalizar lo quiero mostrar de las fuentes fidedignas de la Iglesia:
"Plegaria Eucarística
78. En este momento comienza el centro y la cumbre de toda la celebración, esto es, la Plegaria Eucarística, que ciertamente es una oración de acción de gracias y de santificación. El sacerdote invita al pueblo a elevar los corazones hacia el Señor, en oración y en acción de gracias, y lo asocia a sí mismo en la oración que él dirige en nombre de toda la comunidad a Dios Padre, por Jesucristo, en el Espíritu Santo. El sentido de esta oración es que toda la asamblea de los fieles se una con Cristo en la confesión de las maravillas de Dios y en la ofrenda del sacrificio. La Plegaria Eucarística exige que todos la escuchen con reverencia y con silencio." (Introducción general del Misal Romano)
"....y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos.
Junta las manos.
Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice:
Sacerdote
Por Cristo, con él y en él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
Amén." (Ordinario de la Misa - Misal Romano)
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Nuestros ancestros católicos decian, las personas respetuosas y con educación se conocen en la Mesa y en el Juego y, Ojo: ¿Mucho más durante el Santo sacrificio de la Santa Misa? ¿Dónde Jesús mismo, junto con su Santa Madre, los Santos y los ángeles se hace presente y se nos DA? Es hora de que recuperemos muchos valores, modales o buenas conductas dentro de la Casa de Dios, ¡Realmente la hemos convertido en una cueva de ladrones en varias ocasiones y sin justificación! Los mismos Evangelios son bastantes precisos con este temario y que decir nuestra amada Iglesia Católica con sus normas de siglos, ¿Más? Así es, Nos falta Catequesis litúrgica, pero mucha. Por favor en Semana Mayor no convertamos en Mercados Persas los Templos Católicos. Son días de mucha reflexión y silencio y nada de ¡Parranda Santa! Por favor ¡Seamos Coherentes con la Espiritualidad de nuestra amada Iglesia Católica! La litúrgia no es un Show y menos un drama protestante o de seudo-ateos.
ResponderEliminarExcelentes las enseñanzas, pero para una mejor ilustracion, seria interesante señalar completamente todas las partes que son exclusivas del sacerdote, no segun el parecer de los sacerdotes o laicos sino segun lo que rige la norma que esta consignado en el misal...
ResponderEliminarTambien, muy bueno aclarar que las palabras de la Santa Misa son tal cual, es decir no se cambian, por querer adecuarla o porque a alguno le parece o le suena mejor o mas bonito o por la ocasion, la oracion en cada formula es unica (eso si tiene varias formulas de acuerdo a la fiesta, celebracion u ocasion). No se deben cambiar porque asi toda la oracion se hace universal como es la iglesia.