Semana 2: Dios al encuentro del hombre

Partimos del hecho que el hombre es consciente de la existencia de Dios, que llega a Él por sus facultades pero que requiere de la Revelación para conocerle mejor y saber sus designios.

Vemos pues como Dios entra en contacto con su criatura desde toda la historia de la Salvación para guiarle aunque seamos cabezahuecas

Dios se embarca en la tarea pedagógica con su pueblo empezando con Adán y Eva y pasando por Noe, Abraham, Moises, los Profetas hasta llegar a Jesús.

En Jesús es donde culmina la revelación. El plan de salvación está completo. Es el mismo Verbo quien se hace vida en medio del hombre para completar la misión. CIC 50-65

¿Y entonces los mensajes que recibimos de apariciones, Santos y demás? Son revelaciones privadas, las cuales son plenamente válidas (cuando son aprobadas por la Iglesia) pero que no "mejoran" ni "completan" la Revelación que en Cristo culminó, sino que "explica" y ayuda a vivir la Revelación en cada etapa de la historia. ¡Es que Dios piensa en todo! CIC 66 - 73

Pero ¿Cómo llega esa Revelación a nosotros? ¡A mi no se me ha aparecido Dios!

¿Cómo hacer llegar este mensaje a todos? se preguntaría Dios alguna vez suponiendo que Dios se pregunte cosas :D
Pues las herramientas completas las dejó, pues quiere que todos nos enteremos. Y aparece la maravillosa Tradición Apostólica con la transmisión de la revelación de forma oral (Tradición) y escrita (Sagradas Escrituras), distintas pero íntimamente ligadas, con un mismo origen y fin. CIC 73-83

Y este "deposito de la fe"  (cf. 1 Tm 6,20; 2 Tm 1,12-14) es encomendado a la Iglesia que a través del Magisterio lo interpreta correctamente y lo adecua al hombre de cada época y así la Tradición, las Sagradas Escrituras y el Magisterio, contribuyen a la salvación de los hombres. CIC 84 - 100

Y así entraremos a un universo muy grande que es La Sagrada Escritura que veremos la próxima semana.