¿Quien como Dios?

20 oct 2010

Cosas pintorescas que pasan


El pasado fin de semana debía viajar hacia el municipio de Guarne en un apostolado. Me dirigí a la terminal de transporte y abordé el bus que me llevaría en unos 40 minutos a mi destino.

Quedaban pocos puestos y me ubiqué en uno bastante incomodo pues quien estaba detrás de mi puesto estaba lleno de maletas y por esto no podía reclinar mi silla, la cual estaba completamente recta. Adicional a esto quien iba delante de mi puesto tenía completamente reclinada su silla pues era un señor bastante robusto. Se imaginarán mi imagen de jamón al interior de un sándwich. En este relato llamaremos a este señor, -el robusto-


¡Bendito Dios! dije, e iniciamos el recorrido. A pocos minutos de arrancar se sube al bus un señor que había perdido su brazo izquierdo; llevaba una “guacharaca”* que sostenía con dificultad en lo que quedaba de su extremidad perdida y se dispuso a cantar vallenatos, no de muy buena forma pero con muchas ganas buscando su sustento. -El robusto- empezó a hacer comentarios despectivos hacia el pobre hombre discapacitado. “Que cambie de mano” decía a sus familiares alrededor queriendo ser el cómico del bus. Esto me molestó un poco, pero bueno, personas así abundan.

Más adelante el bus se llenó completamente. En el panorama no quedaba un solo puesto de pie, una señora se había subido con un perro 'criollo' en brazos (el de la foto) quien sería el protagonista de este post y que llamaremos -Lasie-. También había cerca de mí un señor con algunos tragos encima, ‘prendido’ como diríamos en Antioquia. A este lo llamaremos -el prendido-

Este hombre, con la sonrisa etílica que caracterizan este estado, y la mirada perdida, también luchaba por su espacio de cómico en el bus y la emprendía contra el pobre conductor que, a mi parecer, conducía bien. “¡Quiere que le enseñe a manejar o que!” le gritaba y sonreía esperando aprobación. Al parecer no era conciente que el mareo que tenía se debía a lo que corría por su interior.

Todo esto hacia un ambiente de suyo pintoresco con dos personas que seguramente incomodaban a muchos pasajeros con sus comentarios, pero que serían opacados por el actor principal: -Lasie-

Al parecer el serpenteante camino que comunica la bella Medellín con Guarne hizo estragos en la digestión del pobre canino, quien sin avisar y sin pedir “una bolsita”, dejó venir aquello que recientemente había ingerido sobre -el robusto- quien absorto observaba cómo, desde su gorra hasta sus zapatos, en un abrir y cerrar de ojos (o de boca) ya no eran los mismos.
La dueña de -Lasie-, con fuego en el rostro, movió rápidamente al can en otra dirección para no dejar irreconocible a -el robusto-. Lo que no tenía en cuenta es que -Lasie- continuaría su faena, esta vez, sobre -el prendido- al cual se le ‘apagó’ su sonrisa etílica. Se dice largo pero todo esto ocurrió en uno o dos segundos máximo.

Yo estuve a solo metro y medio de toda aquella escena cantinflesca. Y por poco me toca mi parte pero, como diría el salmista “solamente lo has de presenciar” Sal 91.

No está por demás decir que -el robusto- no se volvió a acordar de la desgracia de aquel mochito, y que -el prendido- no volvió a pensar en el conductor del bus; ambos llevaban sobre sí algo que llamaba más su atención.

Moralejas
Este tema tan cotidiano en un blog católico debería tener algún carácter más profundo. Podemos buscarlo, ayúdenme:
-          Si crees que tu situación es incomoda (mi puesto), agradece a Dios pues otros la pueden estar pasando peor.
-          No hay momentos aburridos en la vida (un viaje monótono de 40 min). Solo debemos dejar de mirarnos el ombligo y miremos alrededor. La vida es bella.
-          No busquemos resaltar sobre los demás, terminaremos haciéndolo de una forma no muy agradable
-          El alcohol es perjudicial para la salud… y el aseo
-          Los animales viajan en una cajita

Una nota curiosa de vez en cuando es buena para oxigenar nuestro espíritu. Esta semana seguiremos hablando de la oración
-------------------------------------------------
Guacharaca: es un instrumento musical de rascado. Se compone de dos partes: la guacharaca misma, de superficie corrugada, y el peine o trinche, hecho de alambre duro y mango de madera, usado para rascar la superficie corrugada de la guacharaca

5 comentarios:

  1. ¡Hola! ¿Cómo tú dices, otros la PASAN peor que uno mismo y hasta en cualquier medio de transporte? Por cierto, siempre he recordado el trayecto que REALIZO Nuestro Señor Jesús, camino al CALVARIO: ¿Qué SERIA peor, el sendero en SI ó la CRUZ a cuestas? ¡Pues las dos cosas! Via Crucis en la vida diaria constantemente se nos PRESENTAN; y, como nos comentas: ¡ NO HAY MOMENTOS ABURRIDOS EN LA VIDA ! Y, más si vemos todos los acontecimientos, bajo la OPTICA de Nuestro Señor Jesucristo y su Santa Madre María Santísima.¡Toda una buena noticia! Ajá. Siempre miremos el lado positivo de las Cosas. San Agustín, REPETIA: "SAQUEMOS DE ALGUNAS COSAS MALAS, ALGO DE BIEN". Amén.

    ResponderEliminar
  2. Ja ja ja..... buenísimo.....

    ResponderEliminar
  3. Dios protege a sus borrachitos.. y le ruego a Dios que también proteja a sus perritos... a los robusticos, bueno también, que Dios los proteja!!!

    ResponderEliminar
  4. jajaja! bueno, cada quien tiene su merecido y pues aqui podemos verlo perfectamente... es verdad, a veces nos la pasamos quejandonos de nuestro "aciento" y por eso no nos damos cuenta de lo que pasa alrededor, decimos que Dios no nos da las respuestas que necesitamos y le preguntamos una y otra vez... pero la verdad es que por andar tan distraidos en nosotros mismos no podemos ver la cantidad de formas en que el señor nos habla en nuestro diario vivir.

    ResponderEliminar
  5. ESTE HECHO NOS CONFIRMA UA VEZ MÀS QUE SOMOS DIFERENTES, Y CADA CABEZA ES UN MUNDO, LO MAS IMPORTANTE ES EL VIVIR CADA DIA COMO DIOS QUIERE...

    ResponderEliminar

La entradas serán moderadas por eso te pedimos que por favor seas muy objetivo en tus comentarios. Dios te bendiga