La oración es el motor

Hoy vengo a hablar de algo que no domino, pero que es necesario para toda alma que quiera llegar a ser santa. Lo hago tal vez como auto-medicación, pues normalmente me pasa que para entender algo, debo explicárselo a alguien; suena extraño pero así es. Temas de matemáticas, por ejemplo, que no tenía del todo claro, cuando me ha tocado explicárselos a alguien más, se aclaran mis dudas y termino enseñándome a mi mismo. Sé que a muchos les ha pasado; ¡Funciona!, pruébalo; si no entiendes bien algo, trata de explicárselo a otro. No sé que es lo que pasa en nuestro razonamiento, pero cambiar de ser quien recibe a ser quien da activa yo no se qué en yo no se donde.



"¿Santo, sin oración?...- No creo en esa santidad" decía sabiamente San Josemaría Escrivá de Balaguer, porque la oración es el alimento del alma y un alma que no se alimenta nunca crece.

El nivel más elevado de oración, es hacer de nuestra vida una oración, una intimidad y contacto continuo con María para vivir ligados a nuestro fin que es Cristo. Esto lo resume un alma piadosa magistralmente cuando nos dice "En las intenciones, sea Jesús nuestro fin; en los afectos, nuestro Amor; en la palabra, nuestro asunto; en las acciones, nuestro modelo".
En lenguaje 'criollo' esto es, que todos nuestros planes sean para agradar a Jesús, que todo lo hagamos con el Amor de Jesús, que nuestras palabras reflejen a Jesús, y que al actuar, lo hagamos como lo haría Jesús. Esto se logra viviendo el espíritu de la Consagración a Jesús por María: haciendo todo En María, Con María, Por María y Para María.

Pero a esta vida de oración, a imitación de nuestra Madre, se llega trabajando; haciendo aquellas tareas continuas y habituales que se transformarán en virtud de nuestra vida. Estas tareas, son las oraciones que a diario hacemos, con las cuales nos comunicamos con nuestra Madre y nuestro Padre del cielo. Para esto nos es de gran ayuda lo que hacen y dicen los santos.

Los santos recomiendan cuatro acciones a la hora de hacer oración: Adorar, dar gracias, pedir perdón y suplicar favores. Normalmente solo pedimos, y pedimos muchas cosas materiales; olvidamos las otras tres acciones, y además, al pedir, poco pedimos para nuestra alma. Cabe recordar que en el Padre Nuestro solo una de las siete peticiones es material. ¿Te dice esto algo?

Por esto es muy importante tener un "plan de trabajo" para hacer oración a diario. Tener una lista de oraciones que a diario deberíamos hacer para crecer espiritualmente. Esto nos exige ir más allá de lo que nos es obligatorio. Hacer lo obligatorio, es como pasar la universidad con todas las materias en 3.0 (en escala de 0 - 5) y obtener el título. Si, ya eres profesional, pero ¿qué clase de profesional? Lo mismo pasa en la vida espiritual, hay que apuntar a lo alto, ir por esas notas de 4, 4.5 o 5 y llegar al final de la carrera con un título que refleje el esfuerzo realizado.

La lista de este plan de trabajo sería algo como:
- Eucaristía diaria
- Santo Rosario
- Oraciones del Consagrado (si ya lo eres)
- Oración de intimidad (ante el Santísimo preferiblemente)
- Lectio Divina
- Coronilla de la Divina Misericordia
- Lectura espiritual

Repito, no hablamos de obligaciones, hablamos de crecimiento. No son normas, es Amor.

Para no alargarme más, en los próximos post (publicaciones) ahondaremos en cada uno de los temas y las técnicas.